El impacto de la soldadura en la estructura metálica

La soldadura es una técnica muy utilizada para unir metales en diversos sectores, como la construcción, la automoción, la industria aeroespacial y la fabricación. Aunque la soldadura es esencial para crear uniones fuertes y duraderas, también tiene un impacto significativo en la microestructura del metal. Estos cambios en la estructura del metal pueden influir en sus propiedades mecánicas, como la resistencia, la dureza, la tenacidad y la resistencia a la corrosión. Comprender cómo afecta la soldadura a la estructura de los metales es crucial para garantizar la integridad y el rendimiento de los componentes soldados. Este artículo explora el impacto de la soldadura en la estructura de los metales, incluida la zona afectada por el calor (ZAT), el crecimiento del grano, las transformaciones de fase y la formación de defectos de soldadura.
El proceso de soldadura y la estructura del metal
La soldadura consiste en aplicar calor para fundir y fusionar dos o más piezas de metal. El proceso suele incluir un material de relleno que ayuda a salvar la distancia entre los metales base, creando una unión fuerte a medida que los materiales se enfrían y solidifican. El calor generado durante la soldadura provoca cambios localizados en la microestructura del metal, especialmente en el área conocida como zona afectada por el calor (ZAT).
Áreas clave afectadas por la soldadura:
- Zona de fusión: Es la zona en la que los metales base y el material de aportación se han fundido y solidificado para formar la soldadura. La estructura de esta zona suele ser diferente tanto del metal base original como de la ZAT.
- Zona afectada por el calor (ZAC): La ZAT es la región adyacente a la soldadura, donde la microestructura del metal base se ha alterado debido al calor pero no se ha fundido. La extensión de la ZAT depende del proceso de soldadura, del aporte de calor y de las propiedades térmicas del metal.
- Metal base: El metal base es el material original que no ha sido afectado por el calor de la soldadura. Su microestructura permanece inalterada a menos que se apliquen procesos posteriores de soldadura o tratamiento térmico.
Estructura y crecimiento del grano
Uno de los efectos más significativos de la soldadura en la estructura del metal es el cambio del tamaño y la forma del grano. Los granos son los cristales individuales que componen el metal, y su tamaño y orientación afectan significativamente a las propiedades mecánicas del material.

  1. Crecimiento del grano en la ZAT:
    o Granos gruesos: En la ZAT, el metal está expuesto a altas temperaturas pero no alcanza el punto de fusión. Este calor puede hacer que los granos del metal aumenten de tamaño, especialmente en las zonas más cercanas a la zona de fusión. Los granos gruesos son generalmente menos deseables porque pueden reducir la tenacidad del metal y hacerlo más susceptible al agrietamiento.
    o Granos finos: Más lejos de la zona de fusión, la temperatura es más baja y los granos pueden no crecer tanto. Normalmente se prefieren los granos finos porque contribuyen a aumentar la resistencia y la tenacidad del metal.
  2. Refinamiento del grano en la soldadura:
    o Solidificación: A medida que el metal fundido en la zona de fusión se enfría y solidifica, se forman nuevos granos. La velocidad de enfriamiento influye en el tamaño y la orientación de estos granos. El enfriamiento rápido tiende a producir granos más finos, que pueden aumentar la resistencia y la dureza de la soldadura.
    o Granos columnares: En algunos procesos de soldadura, como la soldadura por arco, los granos de la zona de fusión pueden crecer de forma columnar, perpendicular a la línea de soldadura. Estos granos alargados pueden afectar a las propiedades mecánicas de la soldadura, dando lugar a menudo a anisotropía, en la que las propiedades del material varían en función de la dirección de la estructura del grano.
    Transformaciones de fase
    Las altas temperaturas asociadas a la soldadura pueden provocar transformaciones de fase en el metal, alterando su estructura cristalina. Estas transformaciones pueden tener implicaciones significativas para las propiedades del metal.
  3. Transformación del acero:
    o Formación de austenita: En los aceros al carbono, la soldadura suele implicar el calentamiento del metal hasta la fase austenítica, en la que los átomos de hierro se disponen en una estructura cúbica centrada en la cara (FCC). Al enfriarse, la austenita puede transformarse en diferentes fases, como martensita, bainita o ferrita, dependiendo de la velocidad de enfriamiento.
    o Formación de martensita: El enfriamiento rápido (temple) de la austenita puede dar lugar a la formación de martensita, una fase dura y quebradiza. Aunque la martensita puede aumentar la dureza de la soldadura, también hace que el metal sea más susceptible al agrietamiento, especialmente en aceros con alto contenido en carbono.
    o Revenido: Para mitigar la fragilidad de la martensita, a menudo se emplea el revenido (recalentamiento y enfriamiento controlados) para convertir parte de la martensita en fases más dúctiles, como la martensita revenida o la bainita, mejorando la tenacidad de la soldadura.
  4. Aleaciones de aluminio:
    o Endurecimiento por precipitación: Ciertas aleaciones de aluminio, en particular las de las series 2xxx, 6xxx y 7xxx, pueden sufrir endurecimiento por precipitación. La soldadura de estas aleaciones puede disolver los precipitados que contribuyen a la resistencia de la aleación, dando lugar a una pérdida de dureza en la ZAT. Puede ser necesario un tratamiento térmico posterior a la soldadura (PWHT) para restaurar la resistencia del material mediante la reprecipitación de las fases de refuerzo.
  5. Aceros inoxidables:
    o Sensibilización: Los aceros inoxidables austeníticos, cuando se exponen a temperaturas entre 450°C y 850°C durante la soldadura, pueden sufrir un proceso denominado sensibilización. Esto ocurre cuando los carburos de cromo precipitan en los límites de grano, agotando el cromo de las zonas circundantes y reduciendo la resistencia a la corrosión del material. Un control adecuado del aporte de calor y los tratamientos térmicos posteriores a la soldadura pueden ayudar a evitar la sensibilización.
    Formación de defectos de soldadura
    La soldadura puede introducir defectos en la estructura metálica que pueden comprometer la integridad y el rendimiento de la unión soldada. Comprender estos defectos y sus causas es esencial para garantizar la calidad de la soldadura.
  6. Porosidad:
    o Atrapamiento de gas: La porosidad se produce cuando quedan atrapadas burbujas de gas en la soldadura al solidificarse. Esto puede deberse a la contaminación, a una cobertura inadecuada del gas de protección o a un exceso de humedad en el metal base o en el material de aportación. La porosidad debilita la soldadura y puede provocar fallos bajo carga.
    o Prevención: Garantizar la limpieza de las superficies, un flujo adecuado del gas de protección y el uso de materiales de aportación secos puede ayudar a prevenir la porosidad. Además, el control de los parámetros de soldadura para evitar el sobrecalentamiento puede reducir la probabilidad de atrapamiento de gas.
  7. Rompiendo:
    o Fisuración en caliente: También conocido como agrietamiento por solidificación, se produce durante el enfriamiento y solidificación de la soldadura. Suele estar causada por altas tensiones térmicas, un mal diseño de la soldadura o la presencia de impurezas como azufre o fósforo en el metal.
    o Fisuración en frío: También conocido como agrietamiento inducido por hidrógeno, el agrietamiento en frío se produce después de que la soldadura se haya enfriado. Suele asociarse a la presencia de hidrógeno en la soldadura, que puede provocar una fractura frágil, especialmente en aceros de alta resistencia.
    o Prevención: Para prevenir el agrietamiento, es esencial controlar la velocidad de enfriamiento, utilizar materiales de aportación adecuados y precalentar o postcalentar el metal para reducir las tensiones residuales. Para la fisuración en frío, es fundamental minimizar el contenido de hidrógeno en la zona de soldadura.
  8. Distorsión:
    o Expansión térmica: La soldadura genera mucho calor, lo que hace que el metal se expanda y contraiga al enfriarse. Esta expansión térmica puede provocar distorsiones, deformar los componentes soldados y afectar a la precisión dimensional del producto final.
    o Control: Controlar el aporte de calor, utilizar secuencias de soldadura adecuadas y emplear fijaciones o abrazaderas puede ayudar a minimizar la distorsión. En algunos casos, puede ser necesario un tratamiento térmico posterior a la soldadura para aliviar las tensiones residuales y corregir cualquier distorsión.
    El papel de la zona afectada por el calor (ZAC)
    La ZAT es una zona crítica en la soldadura que experimenta cambios estructurales significativos debido a la exposición a altas temperaturas. Las propiedades de la ZAT pueden variar mucho en función del material, el proceso de soldadura y la gestión térmica durante la soldadura.
  9. Cambios metalúrgicos:
    o Crecimiento de los granos: Como se mencionó anteriormente, los granos en la ZAT pueden aumentar de tamaño debido al calor, lo que lleva a una reducción de la tenacidad y un mayor riesgo de agrietamiento.
    o Cambios de fase: La ZAT puede experimentar transformaciones de fase similares a las de la zona de soldadura, especialmente en metales como el acero. Estos cambios pueden afectar a la dureza, resistencia y ductilidad del material.
  10. Propiedades mecánicas:
    o Dureza y resistencia: La ZAT suele presentar propiedades mecánicas diferentes a las del metal base y la soldadura. Por ejemplo, puede volverse más dura y quebradiza, o puede perder resistencia debido a la disolución de fases de refuerzo (como en las aleaciones de aluminio endurecidas por precipitación).
    o Resistencia al impacto: La resistencia al impacto de la ZAT puede reducirse significativamente si la estructura del grano se vuelve gruesa o si se forman fases frágiles como la martensita. Esto convierte a la ZAT en un punto débil potencial de la estructura soldada.
  11. Resistencia a la corrosión:
    o Sensibilización en el acero inoxidable: Como se ha mencionado anteriormente, la sensibilización en los aceros inoxidables puede producirse en la ZAT, dando lugar a una reducción de la resistencia a la corrosión. Para mantener la resistencia a la corrosión del componente soldado, es esencial una gestión adecuada del calor y tratamientos posteriores a la soldadura.
    o Oxidación: Las altas temperaturas en la ZAT también pueden provocar oxidación, lo que puede comprometer el acabado superficial y la resistencia a la corrosión del metal. En algunos casos, la pasivación o los revestimientos protectores pueden ser necesarios para restaurar la resistencia a la corrosión.
    Gestión del impacto de la soldadura en la estructura metálica
    Para garantizar la integridad y el rendimiento de los componentes soldados, es esencial gestionar el impacto de la soldadura en la estructura metálica mediante un control cuidadoso del proceso de soldadura y el uso de tratamientos postsoldadura adecuados.
  12. Gestión del calor:
    o Precalentamiento: Precalentar el metal antes de soldar puede reducir los gradientes térmicos y minimizar el riesgo de fisuración, especialmente en aceros con alto contenido en carbono y secciones gruesas.
    o Control de la temperatura entre pasadas: En la soldadura multipasada, el control de la temperatura entre pasadas (la temperatura entre pasadas sucesivas de soldadura) ayuda a evitar el sobrecalentamiento y el crecimiento excesivo de grano.
  13. Tratamiento térmico posterior a la soldadura (PWHT):
    o Alivio de tensiones: La PWHT puede ayudar a aliviar las tensiones residuales en la soldadura y la ZAT, reduciendo el riesgo de agrietamiento y distorsión. También puede promover la transformación de fases frágiles en microestructuras más dúctiles.
    o Normalización y recocido: Estos tratamientos pueden refinar la estructura del grano y restaurar las propiedades mecánicas del metal. El normalizado suele emplearse en aceros al carbono, mientras que el recocido puede utilizarse tanto en aceros como en metales no ferrosos.
  14. Diseño y técnica de soldadura:
    o Diseño de juntas: Un diseño adecuado de las juntas puede minimizar las tensiones térmicas y reducir el riesgo de defectos. Por ejemplo, el uso de soldaduras de doble cara o escalonadas puede distribuir el calor de forma más uniforme y reducir la distorsión.
    o Parámetros de soldadura: El control de parámetros como la corriente, el voltaje, la velocidad de desplazamiento y el flujo de gas de protección es crucial para lograr una soldadura de alta calidad con un impacto mínimo en la estructura metálica.
  15. Control de calidad e inspección:
    o Ensayos no destructivos (END): Los métodos NDT, como las pruebas ultrasónicas, radiográficas y por líquidos penetrantes, pueden utilizarse para detectar defectos internos y superficiales en la soldadura. Las inspecciones periódicas ayudan a detectar y resolver rápidamente cualquier problema.
    o Ensayos destructivos: En algunos casos, pueden realizarse ensayos destructivos, como ensayos de tracción o ensayos de impacto Charpy, para evaluar las propiedades mecánicas de la soldadura y la ZAT.
    Conclusión
    La soldadura tiene un profundo impacto en la estructura de los metales, influyendo en sus propiedades mecánicas, resistencia a la corrosión y rendimiento general. Comprender estos efectos y gestionarlos mediante técnicas de soldadura, tratamientos térmicos y controles de calidad adecuados es esencial para producir soldaduras fuertes y fiables.
    Controlando cuidadosamente el proceso de soldadura y afrontando los retos asociados al crecimiento del grano, las transformaciones de fase y los defectos de soldadura, los fabricantes pueden garantizar que sus componentes soldados cumplen los estrictos requisitos de las aplicaciones de ingeniería modernas. A medida que la tecnología de soldadura siga avanzando, los nuevos métodos y materiales mejorarán aún más la capacidad de gestionar el impacto de la soldadura en la estructura metálica, lo que dará lugar a un rendimiento y una durabilidad aún mejores en los productos soldados.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *